Basándose en la definición de resiliencia de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastre (UNDRR), la resiliencia urbana puede definirse como la capacidad de una ciudad expuesta a crisis, peligros o amenazas para resistir, absorber, acomodar, adaptarse, transformar y recuperarse de los efectos de una crisis, peligro o amenaza de manera oportuna y eficiente, incluso mediante la preservación y restauración de sus estructuras y funciones básicas esenciales a través de la gestión de riesgos.
Tales crisis, peligros o amenazas son de naturaleza muy diversa, incluyendo, p. e., peligros naturales como erupciones volcánicas o terremotos, crisis económicas, sociales o políticas, conflictos armados o altos niveles de violencia. Debe señalarse que, en la mayoría de los casos, las crisis, los peligros y las amenazas ejercen sus efectos de forma interrelacionada, lo que pone de manifiesto la necesidad de un análisis y una planificación de riesgos extensivos e integrados.
La gobernanza local desempeña un papel fundamental en la mejora de la resiliencia urbana. Además de la planificación urbana integrada basada en el riesgo, otras herramientas fundamentales son el desarrollo de capacidades en todos los niveles de gobierno, los marcos jurídicos adecuados, la cooperación nacional, regional e internacional y el intercambio de conocimientos, así como los sistemas de monitoreo adecuados.
INTERVENCIÓN
CIUDAD INCLUSIVA
Las ciudades inclusivas están libres de pobreza y desigualdad en todas sus formas y dimensiones, están libres de segregación o exclusión socio espacial y garantizan la igualdad de derechos y oportunidades, así como un acceso seguro e inclusivo a la ciudad y a sus oportunidades económicas, asegurando que nadie se quede atrás.
CIUDAD RESILIENTE
Las ciudades resilientes tienen la capacidad de resistir, absorber, acomodar, adaptarse,transformar y recuperarse de los efectos de una crisis, peligro o amenaza de manera oportuna y eficiente, preservando sus estructuras y funciones básicas esenciales a través de la gestión de riesgos.
CIUDAD INTELIGENTE
Las ciudades inteligentes utilizan las tecnologías de la información y la comunicación para mejorar la eficiencia operativa, compartir información con el público y ofrecer una mejor calidad de servicio gubernamental y bienestar ciudadano.
EL PRINAU-SICA?
El Plan Regional para la Implementación de la Nueva Agenda Urbana (PRINAU-SICA) es la herramienta principal para la implementación de la Nueva Agenda Urbana en Centroamérica y República Dominicana. Tiene como objetivo la promoción del desarrollo urbano sostenible y la consecución de condiciones socio espaciales que configuren sociedades más resilientes, justas y ambientalmente sostenibles. De esta manera, pretende fomentar un cambio hacia un nuevo paradigma urbano que considere la ciudad como un bien público, y la planificación urbana y territorial inclusiva como el medio para asegurarlo.
El PRINAU SICA tiene como ejes transversales, el cambio climático, la gestión del riesgo y el enfoque de género.
Basándose en los documentos marco precedentes, el PRINAU-SICA establece tres aspectos prioritarios para promover el desarrollo urbano sostenible e inclusivo en Centroamérica y República Dominicana.
Fortalecer y reorientar el desarrollo y la planificación urbana y territorial bajo el cambio de paradigma promovido por la Nueva Agenda Urbana, en aras de crear ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Reducir la desigualdad socio espacial entendida como paradigma y contribución necesaria a una prosperidad urbana inclusiva, con especial atención a los colectivos de hombres y mujeres y territorios en estado de vulnerabilidad en su diversidad, atendiendo con especial énfasis a mujeres, personas pertenecientes a pueblos originarios y afrodescendientes.
Acelerar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático en las ciudades y territorios, incorporando el enfoque de gestión de riesgo y resiliencia, así como desarrollando y promoviendo capacidades para incorporar los principios de igualdad y equidad de género en las medidas de adaptación, considerando que sean atendidas las necesidades específicas y diferenciadas de las mujeres y grupos en condiciones de mayor vulnerabilidad.
