En cooperación con los gobiernos nacionales de los países piloto, El Salvador y Honduras, el proyecto desarrolla instrumentos para la gestión del riesgo de desastres urbana que están coordinados entre los diferentes sectores y que tomen en cuenta sistemáticamente cuestiones transversales, como la igualdad de género. El proyecto involucra a los ministerios con mandatos en materia de ordenamiento territorial y asentamientos humanos, así como de medio ambiente y recursos naturales o finanzas, las organizaciones de protección civil y la sociedad civil para definir procesos para una gestión del riesgo de desastres integral en las regiones metropolitanas. Se elaboran y coordinan directrices para la aplicación de estrategias regionales.